Gramosilla era un antiguo emplazamiento de molinos harineros en el río Tajo. En el primer
tercio del siglo XX fue elegido para hacer una presa con fines industriales. Lastimosamente
fue una obra malograda pues nunca llegó a funcionar. En la actualidad, es un lugar
privilegiado de nuestro municipio para disfrutar del entorno ambiental del Tajo
(Sotobosque de Gramosilla, escarpes y cárcavas de Cerrecín…) así, como también para
saborear sugerentes elementos de arqueología industrial (mina de agua, alberca medieval
cercana, presa, horno de ladrillos…)